ÍNDICE
Dietas cetogénicas
Con las dietas bajas en carbohidratos, también conocidas como dietas cetogénicas la glucosa deja de estar disponible como fuente de energía para nuestro cuerpo, lo que lleva a la producción de cetonas a partir de ácidos grasos en el hígado. Es decir, que el cuerpo comenzará a utilizar la grasa como combustible.
El aumento de cetonas en sangre se conoce como cetosis nutricional y que no debe confundirse con la cetoacidosis, que es una grave complicación de la diabetes.
La evidencia científica disponible de estudios básicos y clínicos indica que tanto las dietas bajas en carbohidratos como las dietas altas en grasas y bajas en carbohidratos (dietas cetogénicas o dietas keto) son efectivas para perder peso y son mejores que la no intervención.
Sin embargo, la famosa dieta baja en carbohidratos y las dietas cetogénicas inducen cambios metabólicos únicos y mejoran constantemente algunos marcadores de riesgo cardiovascular, reduciendo:
- La glucosa en sangre
- La insulina
- Los triglicéridos
- La ApoB y grasas saturadas
- El colesterol LDL de partículas pequeñas y densas (colesterol malo)
- Los niveles de hemoglobina glucosilada
- La presión arterial
- Y el peso corporal, siendo una de las dietas más populares para adelgazar.
Al tiempo, las dietas bajas en carbohidratos aumentan las concentraciones de colesterol HDL (colesterol bueno) y revierten la enfermedad del hígado graso no alcohólico.
Las dietas bajas en carbohidratos son una estrategia eficaz para el tratamiento de la obesidad, el síndrome metabólico y el SOP o síndrome de ovario poliquístico.
Las dietas bajas en carbohidratos y especialmente las dietas cetogénicas, beben estar asistidas por profesionales dietistas y/o nutricionistas, capacitados para equilibrar los riesgos y beneficios para cada paciente individual.
Y aunque se requieren investigaciones futuras para mejorar el conocimiento sobre las respuestas individuales a las intervenciones dietéticas, su seguridad, tolerancia, eficacia y efectos a largo plazo, un estudio publicado en 2020 estudió el impacto en las enfermedades metabólicas y reproductivas de las dietas bajas en carbohidratos y cetogénicas, llegando a estas mismas conclusiones que ya hemos expuesto.
Dieta baja en carbohidratos indicaciones
La reducción de carbohidratos es fundamental para alcanzar cetosis nutricional. El consumo absoluto de grasas no siempre aumenta, por lo cual “dieta alta en grasas”, no sería un término adecuado.
Debido a que a mayor restricción de carbohidratos la cetosis nutricional será de mayor magnitud, se han intentado establecer indicaciones y contraindicaciones para las diferentes Dietas Bajas en Carbohidratos (DBC) según la ingesta de carbohidratos.
Indicaciones de la dieta muy baja en carbohidratos o dieta cetogénica
Enfermedades endocrinas
- Diabetes mellitus tipo 2
- Hígado graso no alcohólico
- Hiperinsulinismo congénito
- Obesidad
- Síndrome de ovario poliquístico
- Síndrome metabólico
Enfermedades neurológicas
- Autismo
- Depresión
- Enfermedad de Alzheimer
- Enfermedad de Parkinson
- Epilepsia mioclónica astática
- Epilepsia refractaria
- Esclerosis lateral amiotrófica
- Migraña
- Narcolepsia
Enfermedades metabólicas
- Deficiencia del transportador de glucosa tipo 1
- Deficiencia del complejo piruvato deshidrogenasa
- Deficiencia de fosfofructocinasa
Otras
- Acné
- Cáncer
- Trauma e isquemia
Dieta baja en carbohidratos contraindicaciones y efectos adversos
En principio las dietas bajas en carbohidratos no se recomiendan en pacientes con nefrolitiasis (piedras en los riñones), dislipidemia (colesterol y/o triglicéridos elevados) y hepatopatías (enfermedades del hígado) y estarían contraindicadas ante patologías del transporte de ácidos grasos, porfiria, deficiencia de piruvato-carboxilasa o usuarios de inhibidores SGLT2 (antidiabéticos)
Los potenciales efectos adversos que aparecen al corto plazo se agrupan en un estado popularmente conocido como “gripe keto» o «ketoflu”. Estos síntomas pueden aparecer durante los períodos de adaptación a la dieta y tienden a desaparecer en la mayoría de los pacientes en pocos días.
Sin embargo, a mediano plazo pueden producirse algunas deficiencias de minerales como potasio y magnesio, dependiendo del grado de restricción de ciertos alimentos.
Se debe prevenir la deshidratación, pues la excreción de agua y sodio aumentan por excreción urinaria de cuerpos cetónicos y disminución de la acción insulínica a nivel renal. En caso de dietas bajas en carbohidratos muy restrictivas se deben prescribir suplementos de calcio, selenio, zinc, vitamina D y citrato potásico para reducir la incidencia de deficiencias y nefrolitiasis (piedras en los riñones).
En cuanto a las dislipidemias, se ha reportado inicialmente un aumento del colesterol total y LDL en Dietas Bajas en Hidratos de Carbono con predominio de grasas saturadas, lo que sería clínicamente irrelevante, puesto que a mediano plazo se observa disminución del «colesterol malo» (LDL) y aumento del «colesterol bueno» (HDL), disminución de los triglicéridos y aumento del volumen y tamaño de partículas de LDL, lo que reduciría el riesgo cardiovascular por disminución de la aterogenicidad (capacidad de formar placas de ateroma que obstruyen las venas y artérias).
Sin embargo no se han desarrollado estudios aún sobre el impacto de las Dietas Bajas en Carbohidratos en pacientes con hipercolesterolemia familiar (colesterol alto heredado), por tanto se recomienda tomar precauciones debido al riesgo de hipertrigliceridemia y pancreatitis aguda.
Dieta baja en carbohidratos efectos secundarios
Entre los posibles efectos adversos de las dietas bajas en carbohidratos podríamos encontramos:
A corto plazo podrían presentarse:
- Nauseas y vómitos
- Estreñimiento
- Deshidratación
- Anorexia
- Letargo
- Hipoglucemia
A largo plazo podrían aparecer:
- Anomalías en el metabolismo de los lípidos
- Esteatosis hepática severa
- Déficit de minerales
- Hipoproteinemia
- Miocardiopatía
- Nefrolitiasis
Un error muy común es confundir la cetosis nutricional, la conseguida con dieta o con ayuno, con la cetoacidosis diabética.
En las Dietas Bajas en Carbohidratos se genera cetosis nutricional sin cambios del pH sanguíneo, como corresponde a una respuesta fisiológica normal, que también ocurre al ayunar, durante el período neonatal y embarazo.
En cambio en diabéticos con déficit absoluto de insulina, la cetosis se establece por falta de mecanismos compensatorios e inhibitorios de cuerpos cetónicos, asociándose a acidosis.
Cuerpos cetónicos valores normales
- La concentración sanguínea habitual de cuerpos cetónicos es de 0,1-0,3 mmol/L.
- En cetosis nutricional estos niveles alcanzan entre 1-8 mmol/L.
- En contraste en cetoacidosis diabética se exceden los 25 mmol/L y el ph disminuye bajo 7,3.
Con una dieta baja en carbohidratos o cetogénica, NO existe riesgo de cetoacidosis en individuos sin diabetes.
Dieta baja en carbohidratos beneficios
Los cuerpos cetónicos constituyen una super fuente de energía debido al efecto favorable sobre el metabolismo celular de distintos tejidos.
Los estudios reportan beneficios en epilepsia y obesidad; además de prometedores resultados preliminares en desórdenes neurológicos, psiquiátricos, acné y cáncer
Además activan el gen FGF21 (por su nombre en inglés fibroblast growth factor 21), que modula la lipólisis (quema de grasas), eleva concentraciones de vitamina D y disminuye los triglicéridos.
Dieta para OBESIDAD
Desde 1860 son conocidas las Dietas Bajas en Carbohidratos para bajar de peso, resurgiendo el interés en 1972 con la dieta Atkins, que sin embargo fue desprestigiada debido a las grasas saturadas y sus riesgos.
Durante la última década han aparecido nuevas revisiones sistemáticas comparando las Dietas Bajas en Carbohidratos – DBC con las dietas Bajas en Grasas y Ricas en Carbohidratos BGRC para bajar peso; reportando una eficacia similar o mejores resultados con las Dietas Bajas en Carbohidratos.
Dieta Baja en Carbohidratos vs Dieta Baja en Grasas y Rica en Carbohidratos para perder peso
Un ensayo clínico randomizado de 148 adultos obesos sin diabetes o enfermedad cardiovascular con Dieta Baja en Grasas y Rica en Carbohidratos, comiendo ad libitum (hasta saciarse) versus Dieta Baja en Carbohidrato, mostró que este último grupo perdió significativamente más peso a los 12 meses (5,3 kg con DBC versus 1,8 kg con BGRC).
Resultados similares a favor de las Dietas Bajas en Hidratos de Carbono se han reportado en adolescentes, adultos con y sin diabetes y adultos sin restricción calórica, todos evaluados en ensayos clínicos randomizados con seguimiento de 6 meses a 2 años.
En esta línea, un reciente metaanálisis de ensayos clínicos randomizados sugiere que la disminución de peso es mayor a mediano y largo plazo (hasta 24 meses) en Dietas Bajas en Carbohidratos que con dietas Bajas en Grasas y Ricas en Carbohidratos.
Dieta para DIABETES MELLITUS TIPO2
Antes del descubrimiento de la insulina, el único tratamiento que se precribía para la diabetes mellitus tipo 2 era la dieta cetogénica, que es una dieta muy baja en carbohidratos y alta en grasas.
Hoy, las Dietas Bajas en Carbohidratos están siendo incluidas nuevamente como tratamiento para la diabetes.
Dieta baja en carbohidratos vs dieta hipocalórica en la diabetes
Un estudio de 363 pacientes obesos y sobrepeso, comparó la pérdida de peso, control glicemico y HbA1c (hemoglobina glicosilada) tras prescribir Dieta Baja Carbohidratos versus dieta hipocalórica, que es una dieta «normal» en la que se ingieren menos calorías de lo habitual, por lo general, 500 kcal menos de las que precisaríamos, con el objetivo de perder peso.
Tanto en diabéticos como no diabéticos hubo mayor pérdida de peso con Dieta Baja en Carbohidratos
Tanto en diabéticos como no diabéticos hubo mayor pérdida de peso con Dieta Baja en Carbohidratos; además, en los diabéticos el control glicémico (glucosa en sangre) y HbA1c fueron significativamente mejores con una DBC.
Otros estudios han reportado mejoras significativas en la glicemia en ayunas, la insulinemia en ayunas y los niveles de péptido C durante los primeros días de las DBC hipocalóricas.
Un estudio randomizado sometió a 34 pacientes con Diabetes Mellitus Tipo 2 a dieta hipocalórica versus dieta cetogénica con ingesta calórica ad libitum, es decir, que los pacientes de la dieta hipocalórica comieron menos calorías de las que les correspondería, mientras que los de la dieta cetogénica comieron hasta saciarse y curiosamente este fue el resultado:
El grupo con dieta cetogénica, el que comió hasta quedarse satisfecho, presentó a los 3 meses una mayor disminución de la hemoglobina glicosilada – HbA1c (6,0% vs 6,9%) que es la que alerta de como han estado nuestros niveles de glucosa en sangre en los últimos tres meses. También se dio mayor pérdida de peso (−5,5 vs −2,6 kg) y una disminución significativa del uso de medicamentos para la diabetes (hipoglicemiantes).
Resultados similares se observaron en el estudio de Westman et al. que comparó dieta cetogénica versus una dieta baja en índice glicémico.
El grupo con dieta cetogénica experimentó un descenso significativamente mayor en HbA1c (−1,5% vs −0,5%) y una reducción mayor de medicamentos hipoglicemiantes (95% vs 62%)a las 24 semanas.
Un reciente estudio prospectivo de un año de seguimiento a los pacientes, reportó que los diabéticos tipo 2 obtienen mejores resultados en cuanto a reducción de HbA1c (-1,29%), disminución de peso (-12,8 kg) al comparar cetosis nutricional versus cuidados y dietas habituales para la diabetes.
Además el 100% de los pacientes insulinorequirientes al seguir una dieta muy baja en carbohidratos o cetogénica, con la cetosis nutricional suspendieron o redujeron dosis de hipoglucemiantes en comparación con 23% de pacientes con cuidados y dietas habituales.
Los factores que podrían influir en obtener resultados más favorables son que la Dietas Bajas en Carbohidratos, además, sea hipocalóricas, menor edad de los pacientes y una menor duración de la diabetes.
A largo plazo, estudios revelan que Dietas Bajas en Carbohidratos, que además son hipocalóricas, se asocian a niveles bajos de glicemia en ayunas y HbA1c, incluso después de 18 meses de instaurada la intervención.
Dieta para SÍNDROME METABÓLICO
Síndrome metabólico y riesgo cardiovascular
El síndrome metabólico incluye hiperglicemia, hiperinsulinemia, IR; y se relaciona con dislipidemia aterogénica y enfermedades cardiovasculares. Es decir, glucosa e insulina aumentadas, resistencia a la insulina y todo esto se relaciona con un colesterol y triglicéridos elevados y con potencial para crear trombos y enfermedades cardiovasculares.
Dietas ricas en carbohidratos promoverían el síndrome metabólico mientras que, por el contrario, dietas bajas en carbohidratos provocarían la cetosis nutricional que tendría efectos beneficiosos, asociándose a un perfil lipídico no aterogénico y disminución de la resistencia a la insulina, sin observarse efectos adversos renales o hepáticos.
Una preocupación común es que al aumentar la ingesta grasa en en las Dietas Bajas en Carbohidratos o Cetogénicas, aumentaría el riesgo de enfermedades cardiovasculares; preocupación que tiene su origen en los resultados de un antiguo estudio del Dr. Ancel Keys, allá por los años 50 de pasado siglo que impulsaría el desarrollo de dietas Bajas en Grasas y Ricas en Carbohidratos, como preventivas de enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, reciente evidencia desestima la teoría de Ancel Keys, por la que se demonizaba a las grasas, sin encontrar asociación entre grasas saturadas y mortalidad o progresión de arteriosclerosis.
Respecto del colesterol LDL, conocido como colesterol malo, las Dietas Bajas en Carbohidratos al reducir los triglicéridos en sangre, también también favorecen que el colesterol LDL esté formado por partículas de mayor tamaño frente a las pequeñas y densas que son las que provocan placas de ateroma y problemas cardiovasculares. O dicho de otra manera, haría que el colesterol malo, fuera menos malo.
Por otro lado, estudios encontraron una débil asociación entre ingesta de carnes rojas ultra procesadas y un aumento del riesgo de cáncer de colon; sin embargo, no existe evidencia de que la ingesta moderada tenga efectos cardiovasculares negativos.
Numerosos ensayos clínicos muestran cambios favorables en el riesgo cardiovascular con las Dietas Bajas en Carbohidratos frente a las dietas Bajas en Grasas y Ricas en Carbohidratos.
Una dieta cetogénica a largo plazo incrementa el flujo sanguíneo mediado por dilatación arteriolar, disminución de biomarcadores inflamatorios, incremento del control glucémico y reducción de HbA1c, glicemia, insulinemia y disminución de grasa abdominal visceral. Estos cambios reducen el riesgo cardiovascular.
Otro efecto único de las DBC es la reversión del HÍGADO GRASO NO ALCOHÓLICO (HGNA) que está causado por el exceso de carbohidratos en la dieta.
El hígado graso no alcohólico está causada por exceso de carbohidratos, especialmente fructosa, lo que provocará una elevación de triglicéridos y colesterol VLDL (un tipo de colesterol «malo», bajada de HDL (colesterol bueno» y resistencia a la insulina con una inadecuada supresión de la glucosa hepática por la insulina.
Pacientes con Hígado Graso No Alcohólico (HGNA) y Resistencia a la Insulina, presentan daño endotelial (en la pared interna de las venas y arterias) y enfermedad aterogénica (acumulación de partículas de colesterol y otras grasas en las paredes de las arterias).
Se ha observado una reducción de 58% a 19% en la prevalencia de síndrome metabólico en pacientes obesos tratados con Dieta Baja en Hidratos de Carbono hasta 8 meses, indicando cuán efectiva es esta estrategia para revertir la resistencia a la insulina.
Dieta para SOP
El Síndrome Ovario Poliquístico (SOP) que afecta mujeres en edad fértil, está asociado a obesidad, resistencia a la insulina, hiperandrogenismo e infertilidad.
En pacientes con sobrepeso u obesidad el primer tratamiento es la dieta y el ejercicio para el SOP
Un estudio de 18.555 pacientes reportó que en mujeres con una alta ingesta de carbohidratos el riesgo de infertilidad con factor ovulatorio aumenta en 78%.
Informes recientes plantean como mejor opción pautar una Dieta Baja en Carbohidratos para el SOP al mejorar la función menstrual y la fertilidad.
Si bien existe consenso que tanto Dietas Bajas en Carbohidratos como dietas las Bajas en Grasas y Ricas en Carbohidratos se asocian a perdida de peso, se destacan los beneficios adicionales que aportarían las Dietas Bajas en Carbohidratos para las pacientes de SOP.
Por un lado, la restricción de carbohidratos reduce la insulinemia de ayuno y mejora la sensibilidad a la insulina; y por otro se disminuye el hiperandrogenismo, gracias al aumento de proteínas transportadoras de hormonas sexuales, mejorando el porcentaje de testosterona libre y la relación LH/FSH.
Esto determina una mejora de la función menstrual y fertilidad.
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Referencias
Moreno-Sepúlveda, J., & Capponi, M. (2020). Dieta baja en carbohidratos y dieta cetogénica: impacto en enfermedades metabólicas y reproductivas [The impact on metabolic and reproductive diseases of low-carbohydrate and ketogenic diets]. Revista medica de Chile, 148(11), 1630–1639. https://doi.org/10.4067/S0034-98872020001101630
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