El jengibre aumenta la calidad de vida en los pacientes con colitis ulcerosa

Jengibre (Zingiber officinale) y estrés oxidativo en pacientes con colitis ulcerosa: un ensayo clínico aleatorizado, controlado con placebo

Bajo este título, un ensayo clínico concluye que la suplementación con jengibre puede mejorar el tratamiento de pacientes con CU.

¿Para qué sirve el jengibre?

Aunque se necesitan ensayos clínicos adicionales con diferentes dosis y duración del jengibre o su suplemento de extracto estándar para obtener una conclusión firme, un estudio publicado en ScienceDirect  por el equipo investigador de Mehrnaz Nikkhah-Bodaghi  nos habla de como el estrés oxidativo juega un papel esencial en el inicio y la gravedad de la Colitis ulcerosa (CU) que, al igual que la Microcolitis Ulcerosa o la Enfermedad de Crohn, son patologías que se engloban en la conocida como Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII).

El objetivo del estudio fue investigar el efecto del jengibre como conocido agente antioxidante en la calidad de vida, el índice de actividad de la enfermedad y el estrés oxidativo en pacientes con Colitis Ulcerosa (CU).

Para el estudio, se recurrió a cuarenta y seis pacientes con CU activa de leve a moderada asignados al azar que debían consumir 2.000 mg al día de polvo de jengibre seco en 4 cápsulas o cápsulas de placebo similares durante 12 semanas.

El índice de actividad de la enfermedad, la calidad de vida y algunos factores de estrés oxidativo se midieron antes, a la mitad y al final de la intervención a través de cuestionarios válidos y fiables así como muestras de sangre.

Resultados del estudio

El jengibre para la colitis ulcerosa redujo el malondialdehído (MDA) significativamente después de 6 semanas (p = 0,003) y 12 semanas (p <0,001) de intervención, mientras que no afectó la capacidad antioxidante total (TAC) del suero.

Los puntajes de gravedad de la actividad de la enfermedad a las 12 semanas mejoraron significativamente en el grupo de jengibre en comparación con el placebo (p = 0,017).

Por otra parte, el jengibre aumenta en los pacientes la calidad de vida de manera significativa a las 12 ª semana (p = 0,039).

Propiedades del jengibre

Picante y con un toque que nos recuerda al limón, el jengibre ha sido siempre muy utilizado en la alimentación asiática, pero también como remedio natural para el alivio de mareos, náuseas, flatulencias y problemas intestinales siendo conocidas desde muy antiguo las propiedades del jengibre como antiinflamatorio y antiséptico natural.

La evidencia científica confirma ahora, con este tipo de estudios, lo que las poblaciones que hay hecho un uso tradicional del jengibre, y de su hermana la cúrcuma, ya conocían: su enorme potencial para mejorar la salud de quien padece un problema intestinal.

Las múltiples propiedades que se atribuyen al jengibre las debemos buscar especialmente en su riqueza en aceites volátiles.

El rico también en sustancias fenólicas (gingeroles, shoagoles y gingeronas), enzimas proteolíticas que ayudan en la digestión de las proteínas, ácido linoleico, vitaminas (sobre todo vitamina B6 y vitamina C) y minerales (calcio, magnesio, fósforo y potasio).

Beneficios para la salud del jengibre

• Para la digestión. Favorece la eliminación de bacterias y otros patógenos perjudiciales para nuestro intestino. Consumirlo con regularidad ayuda a mejorar la composición de la flora intestinal y ayuda a evitar la aparición de putrefacciones intestinales responsables de hinchazones abdominales y meteorismo.
• Para las orodinias que, cuando afecta a la boca se conoce como el Síndrome de la Boca Urente (SBU) o Síndrome de la Boca Ardiente o como glosodinia, cuando el dolor sólo afecta a la lengua (Síndrome de la Lengua Urente o lengua ardiente).
• Para los mareos y las náuseas. Reduce los síntomas asociados al mareo en viajes y tradicionalmente se ha usado para las náuseas del embarazo.
• Resfriados y gripes. El jengibre, por su poder calorífico puede ayudar a aumentar la sudoración contribuyendo a la sanación de estas patologías.
• Para la halitosis. Como remedio casero para el mal aliento y la boca seca, este rizoma tiene un largo historial de éxito. Masticar un trozo de jengibre encurtido o de jengibre confitado ha sido una práctica habitual en oriente para refrescar la boca.
• Tonificar la circulación:  Activa la circulación de la sangre a la periferia, problemática en casos como los sabañones fiebre.
• Para la circulación. El jengibre también inhibe la agregación plaquetaria (fluidifica la sangre) contribuyendo en la prevención de enfermedades cardiovasculares como la trombosis.
• Antioxidante natural. La riqueza en antioxidantes convierten al jengibre en un auténtico remedio casero antiedad
• Antiinflamatorio natural. Sus gingeroles, principales principios activos del jengibre y “culpables” de su sabor picante son los responsables de sus propiedades antiinflamatorias. Personas con artritis reumatoide experimentan alivio en sus dolores e hinchazón y mejorando su movilidad cuando consumen jengibre con regularidad.
• Anticancerígeno. Los gingeroles también pueden inhibir el crecimiento de células de cáncer colon como sugieren los resultados de diferentes estudios.
• Actividad muscular. Por su riqueza en magnesio, calcio y fósforo, oligoelementos que participan activamente en la contracción del músculo y en la transmisión del impulso nervioso y que constituirían uno de los remedios naturales para prevenir espasmos musculares y debilidad muscular.

PRECAUCIONES

Aunque natural, excederse en el consumo de jengibre también puede tener sus consecuencias negativas y podría provocar gastritis, desaconsejándose su consumo en caso de úlcera gastroduodenal.

A las mujeres embarazadas y madres lactantes se les recomienda en dosis bajas y consumirla durante periodos cortos de tiempo.

Tampoco está indicado para niños menores de 6 años.

Fuentes

Nikkhah-Bodaghi M et al. (2019). Zingiber officinale and oxidative stress in patients with ulcerative colitis: A randomized, placebo-controlled, clinical trial. SciencieDirect. Volumen 43, Abril 2019, Páginas 1-6. Recuperado de https://doi.org/10.1016/j.ctim.2018.12.021

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